Letras

  Nunca he sido impaciente en la espera y he logrado sin esfuerzos que mis pensamientos, llevados por la imaginación –y esa cosa suya que al...

  A Isabel y a Pepe. Yo sé que existo porque tú me imaginas. Soy alto porque tú me crees alto, y limpio porque tú me miras con buenos oj...

  A la caída de la tarde y a principios de noviembre a Vicente le gusta contemplar el mar desde el porche de su casa de madera, una cabaña m...

  Quiero contarlo solo una vez, señor juez. Solo una vez, porque lo que deseo es no olvidarlo a fuerza de repetirlo, señor juez. Todos me...

  A Pedro Mairal Mientras bajaba uno a uno los escalones del antro al que me habían conducido meses de deambular con hastío por las ca...

  Ante todo quisiera dejar claro que ella, la del cuerpo delgado y largo, la que caminaba por la orilla de la playa, o por la orilla de la ...

  « ¿Quién nos ha dado la esponja capaz de borrar el horizonte? » (Friedrich Nietzsche, El gay saber. Aforismo 125). Un locutor de ra...

  Aún no me ha sido posible olvidar aquella noche. Y las sucesivas, vulgares imitaciones, no logran más que recordármela. Desde muchos días...

  Que miraba la mar, la mal casada, que miraba la mar cómo es ancha y larga. (CANCIONERO ANÓNIMO). Todo comenzó en el momento en que ...

  A veces creo que, más que vivir, sueño. Y sueño y pienso, entonces, en quién sueña mi sueño. Me observo a mí mismo recorrer las calles que...

  El patio del colegio no era cuadrado. Tampoco lo era su organización ni probablemente nada en el barrio tuviera un orden simétrico o armó...