jueves, 2 de abril de 2009
Un enigma:
Giró sobre sus pies, alzó la mirada y observó la larga calle a su frente. Era la misma calle por donde acababa de marchar, pero en lugar de estar atrás, ahora estaba de nuevo delante. ¿De nuevo? No. De nuevo, no. Porque aun teniendo el mismo nombre, la calle ahora era distinta: no porque tuviera otra orientación, porque la luz le entrara de otro lado, los viandantes fuesen otros. Tal vez quien no fuera el mismo era él -pensó.
miércoles, 1 de abril de 2009
Libro de citas: "El Palacio de la Luna":
"No era tanto que me impresionara la geografía (a todo el mundo le impresiona), sino que la inmensidad y el vacío de aquella tierra había comenzado a modificar mi sentido del tiempo. El presente ya no parecía tener las mismas consecuencias. Los minutos y las horas eran demasiado pequeños para poder medirlos en este lugar, y una vez que abrías los ojos a lo que te rodeaba, te veías obligado a pensar en términos de siglos, a comprender que mil años no es más que un segundo. Por primera vez en mi vida, sentí que la Tierra era un planeta que giraba en los cielos. Descubrí que no era grande, era pequeña; era casi microscópica. De todos los objetos del universo, nada es más pequeño que la Tierra". (Paul Auster, El palacio de la Luna. Editorial Anagrama. Traducción de Maribel De Juan. Págs. 306-7).
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