sábado, 9 de octubre de 2010

¿Ficciones?

FICCIÓN TERCERA:

Carta VII:
Enriqueta Juárez Medina tenía veintitrés años cuando mandó escribir esta carta a su hermano Juan a principios del verano de 1912. Iba destinada a su tía Angélica que por entonces vivía en Valladolid. La carta se ha conservado íntegra gracias a que permaneció debajo de un trozo de hule que servía de fondo de un cajón de la mesita de noche de la destinataria, doña Angélica Medina Arteaga.
“Hola, tiita. Siento tener que ser yo quien le escriba esta carta. Por el tío Juan o por mi hermano, que viajan a menudo hasta la ciudad, sabrá que su hermana Julia lleva algunas semanas con unas fiebres y unos dolores que nos tienen a todos muy preocupados. El médico no sabe ya qué decirnos. Parece que no va a poder soportar los calores de este verano. Por mi hermano sé que usted no anda muy bien, que las piernas la tienen casi encerrada en casa. Por ello, no le pido que venga al pueblo, pero tenía que contárselo. Su hermana se muere. Padre está como si no estuviera y mi hermano no quiere aparecer por la casa. Parece que le da miedo. Marisa, mi cuñada, sí que viene a echarme una mano con su hermana de usted.
”¿Cómo está el tío Pedro? ¿Y Miguelita, está ya esperando? Me gustaría saber de ustedes, ¡hace tanto que no nos vemos!
”Yo sigo trabajando en Madrid, en la zapatería, recuerde que fue allí donde nos vimos por última vez, hace dos años, cuando fueron ustedes a conocer a la familia de su yerno. Pasamos dos días extraordinarios. ¡Si pudiesen venir al pueblo! ¡Seguro que mamá lo agradecería!
”Cuando pueda escríbame unas letras. Un abrazo. Nos vemos pronto.
”Enriqueta”.

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